Futbolistas perfeccionistas: ¿bueno o malo?

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Álex jugaba todos los días al fútbol en el recreo y al salir de clase, también los fines de semana. Pronto empezó a entrenar en los benjamines del club de referencia de su zona y fue escalando por todas las categorías, siempre en los equipos “A” y de titular. Complementaba su formación con Campus de tecnificación durante sus vacaciones y frecuentemente estaba viendo y analizando partidos de fútbol en la televisión. Pronto, con 16 años, tuvo la oportunidad de acercarse al mundo semi-profesional donde obtuvo reconocimiento y valoraciones muy positivas e incluso algún premio personal.  Alex tuvo la ambición suficiente como para no desfallecer, sobre todo en los malos momentos, supo ir superando las dificultades que le fueron surgiendo y seguir insistiendo. Al final del largo proceso, logró estabilizarse y conseguir su objetivo de hacerse un hueco como futbolista profesional.

Cuando preguntabas en su entorno, a sus antiguos entrenadores y compañeros cuál había sido la virtud que más destacaban en Álex para haber conseguido su meta, todos -sin excepción- resaltaban un rasgo esencial:  su perfeccionismo. Pero en esta virtud, se escondía una paradoja que se cumple en determinados deportistas que han conseguido llegar a ser futbolistas de élite y que tienen esta característica.

Lo BUENO

Su perfeccionismo les ha posibilitado llegar hasta la cumbre, “con eso he llegado donde he llegado, he conseguido grandes cosas con esa manera de ser”. Pero, al mismo tiempo:

Lo MALO

“Hay momentos muy duros precisamente por ser así”.

Porque ese perfeccionismo si se desarrolla de forma excesivamente rígida -sin matices- se puede volver contra estos deportistas, convirtiendo lo que en principio era un rasgo positivo que les ayudaba a avanzar y superar dificultades, en enorme lastre en su funcionamiento que termina afectando negativamente a su rendimiento.

Algunas situaciones que los deportistas como Álex deben gestionar de forma acertada desde el fútbol de formación, incorporando algunas habilidades y un estilo más flexible de comportamiento:

COMPROMISO.

“Estoy pendiente del fútbol las 24 horas”

No es positivo mentalmente, estar focalizado única y exclusivamente en el deporte. Por eso, hay dos aspectos importantes que los futbolistas deben ir incorporando a su dinámica de vida de alta exigencia, como son el descanso y la desconexión mental de la actividad deportiva. Para este último objetivo seguir compaginando los estudios y el deporte es una cuestión esencial y, cuando el fútbol ya sea su ocupación principal, es bueno desarrollar otras actividades al margen del fútbol, que seguramente les ayude a tener más equilibrio emocional y mejor rendimiento. Como Joshua Kimmich, jugador profesional del Bayern “me gusta ir a la montaña y hacer senderismo. Me ayuda a despejar la mente, a ver las cosas con claridad”. 

Fútbol formativo

Después de un partido, con un viaje largo, etc, es bueno que el deportista “cambie el chip” y vaya estableciendo algunas pautas de funcionamiento. Evitar seguir pensando en el partido, o estar conectado vía WhatsApp o por las redes sociales en una espiral infructuosa que se alargue indefinidamente -sobre todo cuando la competición haya tenido un impacto emocional negativo-.          

Además, el entorno de los deportistas tienen que aprender a establecer otro tipo de conversacionesque no giren única y exclusivamente sobre el deporte que practican sus hijos. Anna y Fran, padres de Álex, declararon en una entrevista a la Cadena Ser que: “cuando estábamos con amigos nunca hablábamos de fútbol”.

ROL.

Un aspecto relevante es que estos deportistas sepan desempeñar el papel y las funciones que el entrenador les haya asignado en el equipo, ya sea desde una posición de titular, o (aspecto clave) desde una posición más secundaría -aunque no por ello menos importante-.

  • Estilo RÍGIDO. “Si no salgo de titular no rindo”
  • Estilo FLEXIBLE. “El equipo necesita de todos, así que estoy preparado para salir de titular o desde el banquillo”

Fútbol formativo

Algunos de los aprendizajes que los futbolistas jóvenes deben incorporar a su experiencia deportiva, son salir a jugar desde el banquillo o no ir convocados alguna vez a un partido. Aquí la labor de los padres es fundamental que deben saber aparcar esa máxima de “mi hijo tiene que jugar siempre”.

Recordar que ninguna trayectoria deportiva -por muy exitosa que esta sea- es uniformemente acelerada, sino que siempre estará sujeta a algunas  turbulencias y la adecuada gestión de estas, debería ser uno de los objetivos de aprendizaje de un paso fructífero por el deporte: “los deportistas que no se frustran no aprenden a elaborar recursos ante las circunstancias difíciles de su trayectoria deportiva”. Recursos lo suficientemente bien desarrollados, como para que los futbolistas los puedan trasladar después a su vida cotidiana.

COMPETICIÓN.

Es, sobre todo, en algunos momentos que rodean la competición donde se pueden exacerbar determinadas dinámicas de funcionamiento de estos deportistas, que pueden afectar negativamente a su rendimiento.

PRECOMPETICIÓN.

El Día antes de la competición algunos deportistas, por ese exceso de responsabilidad o para disminuir la ansiedad, apuran su preparación realizando entrenamientos extras para pulir alguna cuestión que creen esencial o para obtener buenas sensaciones. Aquí, hay que saber diferenciar la utilidad de una práctica suave con una carga física y psicológica baja, con otra donde prime el esfuerzo que reste una energía básica para poder rendir de forma óptima en la competición.

En este sentido, el entorno de los deportistas no debería reforzar estos comportamientos de exceso de adherencia al entrenamiento totalmente inadecuados porque entienden -erróneamente- que esa es la mejor actitud y disposición que se debe tener antes de una competición.

Día del partido. Uno de los momentos clave de la preparación de un deportista son las rutinas y el calentamiento.

  • Estilo RÍGIDO. “Necesito silencio en el vestuario y un determinado tiempo para calentar, si no es imposible que mi cuerpo pueda activarse y rendir en el partido”.
  • Estilo FLEXIBLE. “Siempre que es posible, mantengo mis rutinas de calentamiento aunque puedo adaptarlas según la disponibilidad de la instalación o si ha existido algún contratiempo previo que pueda limitar mi tiempo”.

Fútbol formativo

Los entrenadores pueden tener planificado un calentamiento estándar ideal donde puedan controlar el tiempo, los ejercicios con y sin balón, los estiramientos, etc., pero deberían saber activar a sus jóvenes futbolistas casi en cualquier circunstancia: viajes con el tiempo justo, si en el campo se juega un partido antes, cuando sea el primer partido y la instalación tenga un horario restringido de apertura, etc Además, deberían tener un protocolo para cuando los jugadores lleguen tarde al partido puedan realizar un calentamiento de forma autónoma, sin romper la dinámica del equipo.

Para aquellos clubes y entrenadores que citan a sus deportistas benjamines y alevines con 1h 30’ de antelación a una competición “para calentar bien” (¿no es, quizás, excesivo?), un poco de sabiduría de los expertos que seguramente les ayude a reflexionar. Al habla Seirulo, Jefe de Metodología del FC Barcelona: “para nosotros el hecho de calentar es sólo un acto socio afectivo, esto es, sólo sirve para ponerte en contacto con tus compañeros y con el ambiente. Ése es el principal objetivo del calentamiento. Se trata de moverse un poco, en general, y luego coges el balón, te lo pasas unas veces y ya está”.

DURANTE el partido.

  • Estilo RÍGIDO. “La he cagado, a partir de ahora no tiro más a portería”.
  • Estilo FLEXIBLE. “No pasa nada, recuerda que siempre que se den las circunstancias que dijo el entrenador debes disparar a portería”.

Es decir, la aceptación o no del error como parte del juego puede tener consecuencias positivas o negativas en el funcionamiento del futbolista dependiendo del estilo que adopte. En caso de adoptar un estilo rígido, se producirá una pérdida de autoconfianza, que aumentará la respuesta de ansiedad del deportista y terminará afectando negativamente a su toma de decisiones.

Fútbol formativo:

Los entrenadores deberían aprender de Xavi Hernández que en su primer partido como entrenador del Barça dijo a sus jugadores, “quiero que lo probéis, que no os queme el balón. No os preocupéis por los fallos, cuanto más falléis, más quiero que lo volváis a probar. Me da igual las veces que falléis, quiero veros mirar a puerta, chutar y atreveros a todo”.

Además, durante el partido los técnicos deben aprovechar los momentos de pausa para ayudar a que sus futbolistas tengan una actividad cognitiva lo más positiva posible, ayudándoles a centrar su atención en las acciones, por ejemplo presionar al jugador con balón, que deben realizar en el siguiente periodo de participación activa por disputar.

POSTCOMPETICIÓN.

La evaluación de la propia actuación en la competición es uno de los aspectos que el deportista debe incorporar a su estilo de funcionamiento al finalizar un partido. Lo importante es que ésta sea lo más objetiva posible (basada en criterios previamente establecidos), y que incluya tanto los aciertos, como los errores y establezca para los siguientes entrenamientos los aspectos prioritarios que el deportista debe mejorar.

  • Estilo RÍGIDO. “No está lo suficientemente bien, quiero ser perfecto”.
  • Estilo FLEXIBLE. “A pesar de no ser mi mejor partido, he estado muy concentrado en todas las coberturas”.

Una evaluación excesivamente autocrítica sin valorar los aciertos o las cosas positivas realizadas, encierra un estilo de funcionamiento poco eficaz que puede desembocar en una insatisfacción continúa. Por eso, no conformarse nunca y querer seguir progresando es un aspecto positivo, pero siempre dentro de unas coordenadas, que ajusten el nivel de exigencia del deportista, y priorizando qué aspectos concretos debe seguir mejorando.

Algunos aspectos cualitativos sobre el rendimiento que hay que trabajar con estos deportistas son por ejemplo, el momentode la temporada y el estado de forma, dado que es imposible que ningún futbolista pueda rendir al 100% durante todo el macrociclo competitivo. También, en situaciones donde el deportista haya salido recientemente de una lesión, donde podemos utilizar experiencias de otros futbolistas para ayudarles a funcionar adecuadamente ajustando sus expectativas. “Tengo que hacer algunas cosas mejor sobre todo si quiero hacer algo importante aquí, pero tampoco voy a volverme loco con la exigencia. No confío en que las cosas vayan a ser perfectas”, declaró un futbolista profesional después de reaparecer con su equipo en la Premier tras 6 meses sin poder jugar tras sufrir una lesión grave.

FÚTBOL DE FORMACIÓN.

Los entrenadores deben valorar el compromiso, la actitud y reforzar los aciertos de sus futbolistas. Ir desarrollando una forma de actuación que aproveche los errores de forma constructiva para mejorar durante la semana en los entrenamientos, ayudando a los deportistas excesivamente exigentes con su rendimiento.

PADRES: pueden aprovechar el partido para observar alguna conducta, gesto, actitud etc. positiva que pueda ser utilizada en una conversación posterior con el deportista. A veces, es recomendable poder  amortiguar -sin entrar en conflicto- el impacto negativo que puedan tener las valoraciones de los hijos hipercríticos con sus actuaciones en las competiciones.

Terminando…

“Verlo de otra manera me ayudaría”

El perfeccionismo asociado a determinadas creencias o unas expectativas excesivamente rígidas fomentan un estilo de funcionamiento en algunos deportistas que interfiere en su rendimiento. Además, estos deportistas pueden ser vulnerables emocionalmente por lo que es muy importante desarrollar algunas acciones preventivas.

Los entrenadores y el entorno del deportista tienen su papel, pero es, sobre todo, el trabajo con un Psicólogo deportivo el que puede resultar de más ayuda a estos deportistas en momentos determinantes de su carrera deportiva. Como decía recientemente una futbolista profesional después de perder un partido: “ahora intento ser mejor conmigo misma. Sigo dándome caña, pero me trato mejor”. Es decir, establecer unos límites muy concretos al perfeccionismo.

J. Enrique Rincón
Psicólogo deportivo
Docente en www.psicologiaparaentrenadores.com

Vicenç Raluy, Máster en psicología del Deporte Director de www.psicologiaparaentrenadores.com

¿Y si no es la jugada de tu vida?

Debió de ser un gran alivio para el padre de Andrés Iniesta aportar la información necesaria para escribir el libro de Memorias de su hijo, precisamente porque la historia tuvo un final feliz. “He tenido mucha suerte porque todo ha salido bien. Si no hubiera sido así, pobrecito de mí. Pobrecito. El entorno me habría sacrificado. El riesgo era muy alto: una posibilidad sobre 100 o sobre un millón de que funcionara”.

“No, no hablo del jugador, que todos saben lo que es Andrés, sino de la persona”

Para los padres que se encuentren en la misma o parecida tesitura, y para el resto de los actores del ámbito deportivo, quizás sean buenas unas cuantas reflexiones para ponderar algunas claves importantes que interpelan al lado menos glamuroso pero igualmente verdadero del deporte. Aquel que presenta todos los vértices de la realidad, intentando preservar a la persona por encima del deportista, sobre todo en disyuntivas más complejas que hacen que les pueda acuciar la incertidumbre y los errores puedan tener graves consecuencias. 

LA MOTIVACIÓN DE LOS PADRES

Tenía la esperanza de que mi hijo llegara a ser lo que yo quise ser: un gran futbolista. Esa idea ha alimentado mi vida”.

Generalizando, podríamos decir que pueden existir dos tipos de padres, los que entienden el deporte como un complemento de los estudios donde sus hijos se pueden socializar y aprender valores y los que “tienen algo en juego”. De estos últimos, es verdad que una minoría, se ven obligados a tomar decisiones trascendentes porque sus hijos deben dar los pasos adecuados en relación a su carrera deportiva. Pero no olvidemos que la otra parte, la mayoría, dimensiona el deporte en la dirección inadecuada de la desproporción muchas veces movidos por una motivación de riesgo: ”que mi hijo sea lo que yo no he sido” o manteniendo un exceso de entusiasmo.

¿A dónde se dirigen erróneamente?

  • Foco en los resultados: ganar = éxito deportivo.
  • Rendimiento del hijo sin tener en cuenta la edad, su proceso, el momento de la temporada, etc
  • Paralelismo del deporte formativo con el fútbol profesional y con todas las connotaciones mediáticas negativas que implica una cultura deportiva de masas: clasificación, supremacía del gol, críticas a los árbitros…

¿Dónde podría apuntar la motivación de los padres?

A partir de entender que el objetivo del deporte en edades formativas no es ganar, incluso en equipos juveniles de alto rendimiento que se deben más a los resultados, los padres pueden focalizar su interés en:

  • Los beneficios que siempre ofrece el deporte más allá de los resultados.
  •  La progresión de su hijo viendo cómo se enfrenta y supera las fases de formación, por ejemplo cuando cambia del fútbol 7 al fútbol 11.
  • Reforzar sus avances técnicos fundamentales para seguir progresando.
  • Aprender a “disfrutar viendo competir a su hijo con independencia del resultado” del partido.

Los aspectos que están en juego y que los padres podrían gestionar de una forma más eficaz, serían evitar que el deporte pase a primera y, a veces, única categoría de interacción familiar inundando el ocio, las conversaciones, los viajes, en definitiva que termine convirtiéndose en una actividad prioritaria. También, habría una menor presión sobre su hijo y, por lo tanto, un apoyo más adecuado que evitará un posible deterioro en las relaciones paterno filiales. En definitiva, soslayar algunas posibles consecuencias negativas al tiempo que se establecen dinámicas de conducta más equilibradas, con una mirada orientada al largo plazo que ofrezca un mayor disfrute del deporte.

¿Y los otros hijos?

¿Alguien se acuerda de que Andrés Iniesta tenía una hermana?. Esto me hizo recordar una mañana donde estando de espectador en un campo de fútbol, observé a una persona grabar un partido de fútbol 7. En el descanso me acerqué y estuve conversando con ella, me contó que su marido seguía a su otro hijo que jugaba en una categoría superior y, mientras, ella era la encargada de ejercer de técnico de vídeo. Durante todo el partido se enviaban mensajes de texto y en el descanso hablaban sobre el desarrollo del partido. Ya por la tarde, o al día siguiente sería la sesión de vídeo cuando el padre -que había sido entrenador de fútbol y, por lo tanto, era el experto- se encargaría de hacer de maestro de ceremonias de una actividad que ya se había convertido en un ritual semanal.

Mientras, una niña pequeña intentaba distraerse con el teléfono móvil durante el desarrollo del partido sabiendo que la atención hacía ella sería para recriminarle que no se estuviera quieta y que lo mejor era que mirara cómo jugaba su hermano. Imaginamos la gracia que le haría más tarde seguir sin ser la estrella de la actividad semanal de sesión de vídeo conjunta del padre con sus hermanos.

EL POSTPARTIDO

“Le corregía algunas cosas después del partido”

En el trayecto de vuelta a casa después de jugar las competiciones es cuando algunos padres suelen aprovechar para realizar un repaso a la actuación del hijo en la competición. Es lo que solía hacer el padre de Iniesta: “Andrés sabía que le tocaría responder un rato a sus preguntas, aguantar sus comentarios”.

La reflexión que evitaría cualquier discusión sobre este tema sería: ¿de quién es la responsabilidad de evaluar la actuación del equipo en la competición?. Todos tenemos la respuesta, pero como algunos padres no permiten que sea así, reflexionemos sobre dos situaciones:

  • Padres entrenadores.

Padres que desde el primer instante demuestran de una forma activa que su opinión es tan importante como la del entrenador, y ponen a su hijo en una difícil disyuntiva. Este tipo de actuación tiene un margen más amplio cuando el deportista es pequeño, pero según va creciendo todo se vuelve más complejo y contradictorio.

A veces, se pueden traspasar todos los límites: “lo reconozco. Aquel día me pasé mucho, cien pueblos por lo menos”, ¿qué pasó ese día?, el padre de Iniesta en el coche con su hijo, “¿has visto el partido que has hecho?. Mira lo que te digo, si vengo otra vez y vuelves a hacer otro partido así, nos volvemos para el pueblo. Aquí, Andrés, muere uno con la lengua de tres palmos en el césped”.    

  • Entrenadores y padres.

Padres que dicen que su hijo haga caso a lo que dice su entrenador, pero donde ellos plantean continuamente sugerencias sobre determinados aspectos técnicos y tácticos. Y aunque intentan amortiguar su actuación, como hacía Jose Antonio con Iniesta, bajo la consigna: “si tu entrenador te dice blanco y tu padre te dice negro, tú siempre blanco”, frecuentemente suele salir un color gris que suele traer malas consecuencias.

Para prevenir que se pudieran dar situaciones así y conseguir que los padres reciban la información oportuna, es importante que los clubes realicen reuniones con ellos. El objetivo de los entrenadores -apoyados por los directores deportivos y sus clubes- es conseguir trabajar con los padres de forma coordinada, que cada uno cumpla su papel, afrontando con realismo la competición y, fundamentalmente, que los padres ofrezcan el apoyo adecuado que necesitan los jóvenes deportistas.

EL ROL Y LAS DECISIONES DE LOS PADRES

“Su padre ejerció durante mucho tiempo de padre, consultor y mánager”

No es lo mismo decidir si tu hijo juega en el equipo del colegio o en un club, donde el cambio más significativo es entrenar un día más durante la semana. Otra cosa muy diferente es aceptar una oferta que implique por ejemplo, cambiar de ciudad o de país algo que obliga a una adaptación cultural, idioma, alimentación, costumbres….

  • Dos estrategias inadecuadas:

Presión. En una conversación con un Andrés Iniesta con 12 años, su padre, José Antonio, ante la posibilidad de fichar por el FC Barcelona e instalarse en la Masía, le planteó este dilema a su hijo: “Andrés, las oportunidades están para ser aprovechadas, quizás no vuelva a pasar”.

Después de un tiempo sin emitir señales al planteamiento de su progenitor, Iniesta ha elaborado una argumentación para pasar del no al sí:

  • ¿Por qué ahora, hijo?
  • Porque sé que es lo que tú quieres. No te puedo dejar sin esa ilusión después de todo lo que has luchado por mi.

Sobreprotección. María y Pedro, padres de Anabel, no consideraron oportuna la sugerencia que les planteó su hija para hacer una prueba con un club de fútbol que jugaba la liga regional y continuó en su equipo de toda la vida. Mientras su mejor amiga, que jugaba en este equipo, progresaba y vivía experiencias gratificantes, ella se sentía desanimada -déficit de motivación- provocado por un bajo nivel de exigencia en los entrenamientos y una competición muy poco estimulante y con muchos parones (la temporada siguiente abandonó el deporte). 

  • Una técnica: La toma de decisiones.

Los deportistas y sus padres se ven obligados a tomar decisiones de distinto nivel de trascendencia, a veces deben reflexionar entre seguir en su club o cambiar de equipo, aspecto que si se materializa podría implicar otros muchos cambios. Valorar los beneficios y los costes asociados a la decisión se convierte en un aspecto esencial.

Anabel

Costes.

Ya no va a estar en el equipo con sus amigas del Instituto. 3 días a la semana se desplazará nada más terminar sus clases a las instalaciones municipales que están a las afueras de la ciudad (será su padre quien le vaya a recoger a la salida del instituto y la lleve en coche y después ella volverá en autobús con una compañera). Además, tendrá que adaptarse a sus nuevas compañeras, a una dinámica diferente de entrenamiento y quizás ya no sea titular como en su anterior equipo.

Beneficios.

Estará en un club mucho mejor organizado, con mejores instalaciones y material y jugará con los mejores equipos de la región. Ganará muchos más partidos y su equipo intentará luchar por ganar el campeonato.

Andrés Iniesta

Costes.

Vivirá en la Masía, una residencia del club, lejos de sus amigos y su familia. Cambiará un pueblo extremeño por una gran ciudad, donde se habla una lengua cooficial y se tiene un sentido de permanencia. Mayor exigencia = Mayor presión. Muchos viajes. Mayor tiempo de desplazamiento al Instituto y menos tiempo de estudio que le llevará a la necesidad de saber organizarse mejor. Menor tiempo de ocio.

Beneficios.

Estará en la cantera de uno de los mejores clubes del mundo. A medio plazo, seguramente tendrá ingresos económicos y posiblemente firmará algún contrato publicitario. Jugará la mejor liga de España, disputará torneos internacionales y tendrá la posibilidad de ser elegido por la selección española. Conocerá una gran ciudad llena de cultura y oportunidades.

  • Asesoramiento cualitativo.

Es difícil saber exactamente qué indicadores de progreso físico, táctico o técnico son condición necesaria para poder seguir avanzando como deportistas. Por eso es importante confiar en la opinión de las personas adecuadas, como Oriol Tort en la cantera del FC Barcelona, y buscar el mejor asesoramiento posible en los momentos importantes, como puede ser la firma de un contrato.

A partir de categoría juvenil, una figura emergente es la del representante -que está sujeto a una normativa legal- que se encarga de dirigir la carrera deportiva de los deportistas. La fórmula es clara, ya que afloran en el mundo del fútbol y algunos jugadores les necesitan, los padres deben depositar su confianza en aquellos que tengan una clara filosofía profesional de priorizar al deportista por encima del negocio.

ÉXITO TEMPRANO Y LLEGADA A LA ÉLITE

“He visto muchas cosas en el Madrid, algunos que iban a ser Messi o Ronaldo ahora se dedican a otras cosas”.

No hay una correlación entre destacar en el fútbol de formación y llegar a la élite. A continuación se comentan algunas experiencias que reflejan diferentes trayectorias deportivas.

  • ¿Todavía eres un niño y ya te colocan en Primera división?

El mediático torneo de Brunete dispara las apuestas, la obligación de dar un premio al mejor jugador y la necesidad de encontrar futuras estrellas retroalimenta la puja. Es cierto que algunos jugadores que despuntaron en aquel escenario llegaron a ser estrellas, pero también hubo algunos fuegos de artificio: por ejemplo Jonatan Valle. “Todo fue muy deprisa para Jonatan: entrenaba en el primer equipo del Racing con apenas 14 años y debutó en la Copa del Rey con dieciséis. A los 18 ya se sentía jugador de Primera división.

Etiqueta para el deportista: “la cara b del fútbol”. Aturdido por el destello de su potencial, desorientado por el errático curso que tomó su vida, la joven promesa acabaría entrenando en el equipo de jugadores desempleados organizado por la Asociación de Futbolistas Españoles”.     

  • Momentum.

A partir del aprovechamiento de la práctica deportiva, ir tomando las decisiones más acertadas, dejándose asesorar y aguantando las presiones externas, entender los momentos críticos que exigen un mayor nivel de implicación para poder evolucionar.

Haber sabido compaginar el estudio y el deporte, con un apoyo (ni presión ni sobreprotección) adecuado de los padres y una base emocional sólida: amigos, ocio, conversaciones al margen del fútbol etc    

  • “Camino recto por el más torcido”.
  • Óscar Plano, Real Valladolid CF.

“Cuando era pequeño me pasaba por la derecha gente que iba a la selección y que ahora tiene otros trabajos. Yo nunca he jugado en la selección pero he trabajado toda mi vida para esto.

Lo hemos hablado mucho, “¿te acuerdas de ese que era el Messi del equipo?”, y al final con el que menos contaban, que era yo, llega, pasito a pasito, sin dar zancadas”. 

  • Josan, del Elche CF, debutó en el fútbol profesional con 31 años.

“La cabeza es más del 50% del rendimiento. Muchos jugadores de Primera no podrían sobrevivir a Segunda B.

La ilusión te genera ganas, trabajo, competitividad, el querer ir de verdad y que no se te escape”.

NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE

“Sí, parece absurdo, pero es cierto: el peor día de mi vida lo he pasado en la Masía”.

En general, únicamente se suelen valorar los aspectos positivos, es decir, los beneficios, que el deportista puede obtener si alcanza una posición en el fútbol profesional. Aunque es importante introducir una valoración más subjetiva del proceso de despegue y aterrizaje, como la experiencia de Andrés nos enseña.

  • Proceso de adaptación a la Masía.

Habla un compañero de la residencia, “yo tenía 17 años, él 12. Si fue duro para nosotros, imagínate para él. Pasabas muchos ratos de soledad, muchísimos”.

  • Alejamiento del núcleo familiar.

“Tuve una sensación de abandono, de pérdida, como si me hubieran arrancado algo de dentro. Pasé por un trago muy amargo, tuve que separarme de mi familia, no verlos todos los días, no sentirlos cerca…Es muy duro”.

  • Situaciones de dificultad.

Empiezan a crecer las expectativas -internas y externas- en torno al debut de Andrés Iniesta con el primer equipo del FC Barcelona cuando llega el partido contra el Español CF. El jugador no solo no juega, sino que no disputa ni un minuto: “vió todo el partido desde el banquillo”. Después, con Antic de entrenador y durante el primer año con Rijkaard no disputa ni un minuto de juego y hasta que consigue debutar aún tienen que pasar más de 10 meses. 

Además, una vez instalados en el alto rendimiento un factor esencial es que los deportistas tienen que gestionar algunas situaciones que pueden generar mucho estrés, como lo que vivió Iniesta.

  • Momentos familiares muy complejos.

“Te doy las gracias por la entereza que siempre has tenido, por lo grande que fuiste cuando nos dieron la noticia de que habíamos perdido a nuestro hijo. Lo perdimos después de pasar lo que pasamos… No todos consiguen superar situaciones tan delicadas. Las experiencias adversas nos hacen crecer y mejorar”, le escribe Andrés Iniesta a su mujer Anna.

  • Problemas con el entrenador.

Final de la Champions en París y habiendo sido el jugador más decisivo en las anteriores eliminatorias, a Andrés Iniesta no le queda más remedio que aceptar que se queda de inicio en el banquillo. “Hace ya tiempo que me quité el dolor de no jugar la final de París como titular, pero la verdad es que ha sido uno de los momentos más duros que he vivido como deportista”.

Previamente el jugador ya había ido detectando algunos detalles que le hicieron perder “esa confianza tan necesaria entre jugador y entrenador” que tanta inseguridad provoca en los deportistas.  

  • Lesiones.

“Tranquilo, papá, jugaré en Roma”.

El momento en el que ocurren las lesiones es un aspecto clave, e Iniesta “se rompe” en la antesala de la Copa del Rey y de la final de la Champions en Roma: “me pasó por el estrés y por todo lo que conlleva el final de temporada”.

El impacto emocional negativo en Iniesta es enorme: “recuerdo la cara de terror que tenía al ver que podía perderse una final soñada desde hacía tanto tiempo”.

Diagnóstico: “dos centímetros  en el recto anterior son 2 semanas de recuperación y faltan 16 días para la final”. Yo voy a Roma y empezó a trabajar convirtiendo cada hora de recuperación en una obsesionada cuenta atrás. 

 POSIBLES CONSECUENCIAS NEGATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA.

“Es el único que no es feliz en la familia. ¡Eso no puede ser!”.

Aunque las consecuencias positivas asociadas al deporte se intentan instalar como un mantra, los padres deben entender que la práctica deportiva también puede afectar negativamente a la salud mental de los deportistas.

  • Debutar con el primer equipo con 17 años marcando un gol, hizo que las expectativas se desbordaran en los medios de comunicación, el Club, probablemente también en el entorno del deportista… , aspecto al que hay que sumar un aumento del proceso de evaluación social. Aparece la respuesta de Ansiedad, precisamente porque a  partir del éxito de su precocidad a algunos deportistas, “les es muy difícil saber gestionar la presión psicológica que se genera sobre ellos”.

Al contrario de lo que se pueda pensar, un hecho positivo como puede ser debutar en la élite puede ser potencialmente muy estresante para algunos deportistas.

  • Una cierta sensación de desánimo o frustración provocada por una lesión inesperada que se alarga y que te impide realizar la pretemporada con normalidad junto a tus compañeros. Las emociones negativas asociadas al tratamiento y a una recuperación larga y tediosa, unidas a una trágica noticia, la muerte de un amigo, puede derivar en una depresión: ”hubo momentos en que no veía la luz, no encontraba el camino. Me notaba vacío por dentro, sin ilusión, sin cosas que me hiciesen feliz”.
  • Otras veces, “llegar arriba” aumenta considerablemente el nivel de exigencia físico y mental con pocos espacios de descanso, que obligan al deportista a realizar un esfuerzo constante hasta llegar a un estado de agotamiento psicológico.

El papel de la Psicología.

El objetivo del psicólogo deportivo será intentar “que el deporte no tenga una consecuencia negativa sobre la salud mental de los deportistas”.

¿Cómo podemos ayudar?:

  • Prevención.
  • Control de la presión añadida por parte del entorno y los padres.
  • Ajustar las expectativas de rendimiento.
  • Favorecer que el deportista pueda recuperarse mentalmente de la competición y encuentre espacios de desconexión mental fuera del deporte.
  • Fomentar la adherencia a las medidas de autocuidado para la prevención de lesiones.
  • Intervención.

Uno de los aspectos cIave es el apoyo emocional al deportista. Es lo que logró Inma Puig, psicóloga que trabajó con Andrés Iniesta, “también he podido comprobar que es primordial para la gente del deporte, contar con el apoyo de un profesional, alguien experto que sepa escucharte. Y a veces basta con contar lo que sientes. Con Inma encontré un espacio único para compartir todos los temas posibles”.

El apoyo social.

“No sé por qué está así”

A veces creemos que las personas por tener éxito deportivo están exentas de sufrir contrariedades, o episodios que pueden afectar a su equilibrio emocional: “¡si lo tienes todo!, ¡si juegas en el Barça y en la selección!”. Resquebrajada esta creencia, surge la importancia que el entorno de los deportistas tiene, para poder ofrecer el apoyo social más adecuado en estas situaciones.

  • El “universo Iniesta”, su mujer, su hija, su familia…, ese restringido grupo de personas en torno al deportista,  le dieron el apoyo necesario para que pudiera resistir y reencontrarse a sí mismo.
  • Los compañeros de equipo, dejándole siempre “el espacio necesario para que Andrés se fuera encontrando, sin presionarlo, sin agobiarlo”.
  • Su entrenador Guardiola: “Andrés, tú mismo. ¿Vale? Cuando notes algo extraño, te vas. Ni me pidas permiso, ¿vale? Agarras y te vas del entrenamiento. No pasa nada. Lo importante eres tú, sólo tú. Si no te sientes bien, lo dejas y te vas al vestuario”.

Nosotros únicamente queríamos que él supiera que estábamos a su lado para cuando nos necesitara.

TERMINANDO

“Mis padres me han parado los pies cuando me creía más de lo que era. Ella era limpiadora y él mecánico, y soy futbolista profesional por ellos”

Sabemos que no existe una bolita mágica que prediga el camino hacía el éxito deportivo, pero entendemos que sí hay formas de actuar que achican el espacio de posibles errores que tienen consecuencias y nos acercan hacía una forma de actuar más coherente y estratégica a nivel de prevención.

Cuando Irene López, jugadora del Real Madrid y de la Selección española de fútbol, con sólo 20 años deja la práctica deportiva porque ha decidido que debe priorizar ser feliz en la vida, sencillamente es porque previamente hemos avanzando demasiado veloces sin construir una base sólida y nos hemos olvidado de la persona. El espejo nos devolvía la imagen del éxito, pero por dentro algo no funcionaba desde hacía tiempo y es que el deporte también tiene vaivenes y connotaciones que no afectan negativamente solo al rendimiento, sino también, a la salud mental de los deportistas.

La angustia por la que atraviesa el padre de Andrés Iniesta en varias fases de la trayectoria deportiva de su hijo, es un magnífico ejemplo y un aviso a navegantes. Los padres deben ajustar sus expectativas, tener un buen asesoramiento, darle al deporte la dimensión adecuada, prepararse para actuar en los momentos críticos donde las decisiones son determinantes para ofrecer el apoyo adecuado a sus hijos y tener más probabilidades de acertar.

Como dice Irene López, que no haya que buscar un colchón para cuando tengas que bajar del escalón al que te has subido pero del que nadie te ha advertido que, también, podrías tropezar y caer. 

J. Enrique Rincón
Psicólogo deportivo
Docente en www.psicologiaparaentrenadores.com

Vicenç Raluy, Máster en psicología del Deporte Director de www.psicologiaparaentrenadores.com

Gracias a Andrés Iniesta por su libro de Memorias. “La jugada de mi vida”, escrito en colaboración con Ramón Besa y Marcos López que sirvió de inspiración para escribir este artículo y del que se extraen algunas líneas.

¿Quemar etapas o agotar al deportista?

Imaginemos un final de temporada en un equipo juvenil de división de honor, y a Juan, después de ser el jugador más destacado de la competición, le han ofrecido la posibilidad de jugar con el equipo de 1ª división de su club un torneo internacional en Qatar. Curiosamente Juan ha dicho que renuncia, porque después de una temporada muy difícil con todos los protocolos por la covid-19 y la exigencia de la competición necesita descansar y desconectar. Reconoce que ha sido una decisión muy difícil, pero está convencido que es lo mejor para él y lo más honesto para el equipo.

Pedro, también jugador juvenil, se incorporó al equipo de 2ªA de su Club y aunque en un principio su rol iba a ser de suplente, pronto se convirtió en el jugador revelación y disputó todos los partidos de liga como titular. Al finalizar la liga y casi sin descanso, jugó con su selección autonómica varios torneos de exhibición por América y nada más terminar, se incorporó a la selección española. El final de este maratón competitivo coincidió con el inicio de la pretemporada de su equipo y él, jugador joven más destacado el año anterior, y ya con la perspectiva de jugar con ficha profesional, no pudo tomarse ningún día libre.

Comenzada la liga, únicamente se llevaban jugadas 2 jornadas, su entrenador -debido a su bajo rendimiento- le tuvo que dar 2 semanas de vacaciones. Toda la prensa deportiva tituló en portada: “Pedro se va quemado”.

El agotamiento psicológico es una respuesta de estrés específica, que se da en situaciones donde el nivel de exigencia es muy alto y el deportista, para hacer frente a esta demanda, necesita realizar un sobreesfuerzo, físico y mental, de manera continuada. Al no tener periodos de descanso ni de desconexión, termina por agotarse mentalmente. Una de las consecuencias -además del bajo rendimiento-, es el mayor riesgo de estos deportistas a sufrir lesiones deportivas.

Precisamente, cuando el jugador regresó a los entrenamientos con su equipo tras los 15 días de descanso -en los que le costó mucho desconectar del fútbol- se lesionó en el primer partido de liga que disputó. 

¿JUAN O PEDRO?

En la vorágine de la inmediatez seguramente todos admiraban a Pedro, su meteórica trayectoria y adaptación al alto rendimiento, y estaban convencidos de que Juan había cometido un grave error. Sin embargo, en la toma de decisiones de los deportistas hay otros matices y, sobre todo, una perspectiva temporal de más largo alcance que debe ser tenida en cuenta al valorar las opciones.

La lesión de Pedro trajo como resultado no ir convocado al siguiente torneo internacional con la selección y su hueco fue ocupado por un compañero que hizo un papel muy destacado -pérdida de rol-. Además, en el alto rendimiento ya no va a existir ninguna tregua para él, cuando se reincorpore a su equipo tendrá que saber gestionar situaciones muy estresantes: las altas expectativas, la presión externa de los medios de comunicación o la crítica de la afición y en las redes sociales cuando cometa errores.

Paradójicamente, a pesar de que todo alrededor de Pedro parecía resplandecer y únicamente había ganancia para él, no saber detenerse a tiempo o renunciar a algunas cosas también puede tener consecuencias negativas en el medio plazo.

Juan aunque con una cierta desilusión por no poder acudir a Qatar, aprovechó el tiempo para descansar y desconectar del fútbol. Cuando volvió le dijeron que le habían hecho ficha con el equipo de 1ª división y como comenzó jugando muy bien, el seleccionador le metió en la convocatoria de la selección española para la Club League Finals. 

En perspectiva, la decisión inicial que parecía “suicida” para su carrera deportiva fue un acierto, dado que fue fruto de una estrategia muy meditada por el jugador y las personas que le asesoraban que nada le debía a la improvisación o la casualidad. 

ACCIONES PARA EVITAR EL AGOTAMIENTO PSICOLÓGICO

“Me gusta ir a la montaña y hacer senderismo. Me ayuda a despejar la mente”

Kimmich – Bayern Munich

Los deportistas deben aprender que el descanso forma parte del entrenamiento y que desconectar mentalmente de la actividad deportiva, es algo positivo e importante para su rendimiento.

El entorno de los deportistas. 

Lo más relevante es ayudar a los deportistas a desconectar de su actividad, procurando realizar actividades o tener conversaciones que no giren únicamente alrededor del fútbol.

Entrenadores

Deberían establecer periodos de descanso en la planificación deportiva y gestionar adecuadamente el pre partido y el postpartido, momentos de mayor estrés.

TERMINANDO 

Aunque no hay una trayectoria lineal en el acceso a la élite del deporte, como decía recientemente Carla Suárez en un artículo “las etapas hay que quemarlas a su debido tiempo” (ni antes ni después), no dejar que trayectorias mal gestionadas devoren a los deportistas con serios riesgos para su salud física y mental.

J. Enrique Rincón

Psicólogo experto en Psicología deportiva

Vicenç Raluy, Máster en psicología del Deporte Director de www.psicologiaparaentrenadores.com

ENTRENAMIENTO MENTAL – FÚTBOL

La trayectoria de un futbolista que está instalado en el fútbol formativo de alto rendimiento con el objetivo de llegar a ser profesional, no está exenta de algunas situaciones que le puedan hacer sentir una cierta vulnerabilidad. Este es el caso de Francisco, que desde las categorías inferiores de su Club logró escalar y ocupar un hueco de titular en el equipo de División de honor juvenil. Fueron unos años magníficos, de éxitos colectivos pero también de reconocimiento individual: llegó a enfundarse la camiseta de la Selección nacional Sub-18. Sin embargo, esta temporada rara y difícil para todos por la Covid-19, algo fundamental había cambiado para él, su entrenador le había relegado al Rol de suplente.      

“Desde los 11 años le han tocado vivir cosas muy buenas y ahora le toca vivir otra”

Durante su trayectoria deportiva, los futbolistas se ven en la obligación de gestionar momentos que nunca antes habían experimentado, situaciones que ellos viven con una gran incertidumbre y que suelen provocar respuestas de ansiedad.

¿Cómo puede gestionar un deportista una situación de dificultad que le está afectando a su rendimiento deportivo y a su propia estabilidad personal?

Francisco se dio cuenta que estaba pasando por un bache y que no se sentía bien “no estoy en un buen momento”.

Mientras, a su alrededor todo funcionaba de maravilla: su equipo iba líder en la clasificación y algunos compañeros estaban en un momento de forma óptimo disfrutando de la titularidad en el equipo. Al llegar a casa, anotó en un cuaderno una frase que deslizó su entrenador en la rueda de prensa posterior al partido: “cómo todo en la vida, el primero que tiene que querer salir de las dificultades es uno mismo”.

A la mañana siguiente se reunió con sus padres y su representante y decidieron contratar un preparador físico personal con conocimientos de nutrición. También se centró en la misiva que le envió su entrenador y se propuso seguir trabajando muy fuerte en los entrenamientos pensando siempre en el equipo.

Desarrolló el nuevo plan establecido, él siempre había sido “un cabeza dura”, pero pasado un tiempo fue consciente de que seguía en la misma situación, o peor, dado que no estaba rindiendo adecuadamente y se sentía todavía más frustrado. Además, le estaban afectando mucho algunas críticas de la prensa deportiva, sobre todo el programa de fútbol de la Tv autonómica, y algunos comentarios en las redes sociales. Aunque su actitud era siempre inmejorable, le comentó a su mejor amigo que ahora “mentalmente no estaba bien a la hora de competir”. Afrontaba los partidos muy nervioso, quería aprovechar tanto el poco tiempo que le daba su entrenador que siempre se precipitaba intentando resolver los partidos él solo, le afectaban mucho sus errores y ya ni siquiera disfrutaba de los triunfos de su equipo.

Asimismo, últimamente se notaba bastante irritado y estaba empezando a experimentar una cierta tensión negativa en el ámbito familiar. Francisco no estaba sabiendo aislar adecuadamente el foco de tensión que ahora le provocaba el fútbol. 

En este punto, una tarde paseando por el Parque río Turia hizo una reflexión: si mi actitud en los entrenamientos es la correcta, si además estoy haciendo sesiones extras de trabajo físico, he mejorado mi alimentación y la recuperación, ¿por qué me siento inseguro y mi rendimiento no mejora?  ¿Qué pieza de este puzzle no estoy sabiendo encajar? Decidido por naturaleza y sabiendo que no debía aplazar indefinidamente la toma de decisiones, Francisco  llamó a un Psicólogo deportivo que le recomendaron en el Club. Todo apuntaba a que estaba pasando por una dificultad «mental», así que lo mejor era intentar encontrar la ayuda profesional más adecuada para tratar de resolver esta circunstancia de la forma más óptima posible.

“No sólo se trabaja físicamente, sino de muchas maneras. Todo ayuda”

A partir de este trabajo mental concreto con el Psicólogo deportivo, las cosas no fueron únicamente un camino de rosas, pero empezó a percibir la situación más como un reto que como una amenaza. Se enfocó todavía más  en el trabajo diario “el trabajo paga” fortaleciendo su motivación cotidiana, aceptó su rol secundario en el equipo pero con la idea de aprovechar los minutos que le diera su entrenador. Al tiempo, fue asimilando que podía cometer errores durante el partido y, sobre todo, entendió que lo más importante en este momento era “no venirse abajo”.    

En la primera oportunidad que tuvo como titular su equipo perdió y cayó eliminado de una competición muy importante, pero lejos de amedentrarse hizo unas declaraciones autocríticas al finalizar el partido. Al día siguiente llegó el primero al entrenamiento y estuvo activo y concentrado durante el mismo. Más tarde, al llegar a casa tomó una comida liviana y nada de dar vueltas al partido del día anterior ni estar mirando las Redes sociales, sacó a pasear al perro. Por la tarde, hizo descanso activo y terminó el día con una cena ligera y una agradable conversación con su hermano y sus padres. Antes de irse a dormir para recuperar fuerzas vio un capítulo de su serie favorita. 

Siguió tranquilo pero sin desfallecer, manteniendo su plan de trabajo durante toda la semana esperando su oportunidad en el siguiente partido de Liga. Un partido difícil en un momento complicado, donde sabía que empezaría desde el banquillo, pero se sentía preparado y con un enorme deseo de jugar. Cuándo su entrenador le llamó para entrar en el campo quedaban 25 minutos y el partido estaba empatado a 0… 

Ahora, recién terminado con un 2-0 a favor, responde a las inteligentes preguntas de una periodista de Tv y se muestra sereno. Sobre todo se intuye en la imagen que acompaña su lenguaje no verbal el enorme peso que se ha quitado de encima, mientras razona y explica su actuación en el partido. Ha metido un gol, ha estado atento en todo momento a realizar la presión en la salida del balón y se ha comunicado bien con sus compañeros. Después de un tiempo tormentoso, la satisfacción manda sin tirar las campanas al vuelo, sabe que mañana debe seguir trabajando “porque nada es por casualidad”.  

    J. Enrique Rincón

Psicólogo Experto en Psicología deportiva y Profesor en el curso Máster Psicología para Entrenadores

Vicenç Raluy, Máster en psicología del Deporte Director de www.psicologiaparaentrenadores.com

EL DILEMA DE LOS CONTENIDOS EN EL ENTRENAMIENTO DEL FÚTBOL BASE

“Yo, en cambio, tuve la gran suerte de tener entrenadores que valoraban el fútbol”

Primera clase de literatura en el elitista Colegio Wellington con el profesor Keating en la película “El Club de los poetas muertos”, leyendo la primera lección en voz alta donde un eminente autor trataba de explicar un método para medir la calidad de la poesía utilizando dos vectores, el profesor, ante la sorpresa de sus alumnos, manda arrancar la hoja del libro donde el Dr. Prichar plantea tal desatino. Extrapolando la idea al mundo del fútbol de formación, si la poesía “era otra cosa” más allá de unas coordenadas de medida, los contenidos de los entrenamientos de los futbolistas jóvenes en formación no pueden estar únicamente fundamentados en la táctica colectiva (una copia de los entrenamientos de los equipos profesionales de fútbol), sino en el aprendizaje de los fundamentos, de ataque y defensa, adaptando la exigencia de forma progresiva al nivel de los jóvenes futbolistas que es el camino concreto para que el jugador conozca el fútbol.

ALGUNOS EJEMPLOS DE ENTRENAMIENTOS, ¿MAL REALIZADOS?

“No hay viento favorable para el que no sabe dónde va”

Un día cualquiera, pruebe y asómese a ver un entrenamiento en algún campo de fútbol, lo más probable es que pueda observar a entrenadores de equipos de formación utilizando una sobredosis de Táctica colectiva en sus diferentes variantes:

  • Ejemplo Félix, entrenador de fútbol cadete masculino, ha venido hoy muy motivado, el próximo sábado hay un partido muy importante contra el segundo clasificado de la liga y cree que ha encontrado la solución para ganar. Después de calentar, mueve a los delanteros como en la pizarra de un campo magnético en un intento de coordinar una estrategia ofensiva infalible para el fin de semana.

Muchas veces, este tipo de entrenadores al comprobar que los movimientos de sus jóvenes futbolistas no se adecuan exactamente a lo explicado con las fichas, al introducir, por ejemplo, otros elementos del juego como la defensa, pierden el control y el entrenamiento se convierte en un campo de minas aversivas.

  • Ejemplo Juan, jugador del equipo infantil, debe llevarse a su casa al terminar el entrenamiento las fotocopias que le ha entregado su entrenador con las jugadas de estrategia [aunque hay otros clubes más tecnificados y, en ese caso, se llevan el arsenal estratégico en un Pen drive].

+ Jugada 1- Saque de falta indirecta desde la frontal del área.

+ Jugada 1-Variante 3- Saque de falta indirecta ligeramente escorada a la derecha.

+ Jugada 2- Córner desde el lado izquierdo con marcador a favor.

Paradójicamente en el entrenamiento real, cuando el jugador encargado de sacar la falta o el córner golpea el balón su eficacia en llevarlo hasta el punto exacto donde pone en el esquema que debe rematar el compañero suele ser muy baja, casi nula. ¿Cuál es el principal error?, la técnica del golpeo del balón, y es que una vez más estamos tratando de construir la casa por el tejado.

  • Ejemplo 3. Con esta disposición táctica el R. Madrid ganó la 10ª Copa de Europa, así que Pedro plantea hoy un plan de entrenamiento del sistema 4:3:2:1, concretamente 11 jugadores practicando por líneas los diferentes movimientos en ataque y defensa.

Mientras, el resto del equipo observa impasible como va desarrollándose el ejercicio sin apenas intervenir, exceptuando alguna rotación y escuchando las continuas explicaciones del segundo entrenador sobre lo que deben hacer.

CUANDO GANAR NO ES LA MEJOR MANERA DE FORMAR

“En mi último año en Valencia publiqué un libro: Mentalidad Ganadora. Fíjate si fui valiente. Todos mis detractores en Valencia decían: “¡Pero si no gana nada!”. Mentalidad ganadora no la tiene el que gana, sino el que siempre busca mejorar”.

Desengañémonos, ¿qué late en la mayoría de los entrenadores que entrenan únicamente la táctica colectiva? Una obsesiva y casi única búsqueda del resultado de ganar en las competiciones por encima de cualquier otra consideración, sin que la idea de formar a los futbolistas jóvenes con un trabajo bien planificado a largo plazo, esté en el centro de sus prioridades.

Los agentes deportivos en torno al fútbol de formación deberíamos estar alerta, pues existe un erróneo magma que alimentan muchos Clubes que buscan conscientemente estos atajos, donde varios futbolistas jóvenes se pierden y algunos padres se equivocan, tomando decisiones erróneas con respecto a la carrera deportiva de sus hijos al imponer como valor supremo del fútbol-base el ganar. “El mercadeo del fútbol-base” titulaba en su sección de deportes un periódico de León en donde se extraía una conclusión sangrante: “el fútbol-base pasa muy a menudo de ser un deporte a ser un mercado. Lo importante es el resultado. No la educación. No la diversión. No la práctica de un deporte”.

Existe una certeza muy evidente y es que los niños quieren ganar y todas las teorías en contra de poner marcadores, esconder los resultados, etc. no son más que paños calientes pues al final los niños siempre se enteran del resultado. Lo que sí es conveniente aclarar es que ganar no debe ser el principal objetivo del fútbol de formación y que hay que ir equilibrando esa orientación natural de la motivación de los niños con otro tipo de estrategias.

Por ejemplo:

  • Que los futbolistas tengan objetivos de realización concretos para cada partido.

Así Raúl, jugador cadete, debe lanzar a portería siempre que esté solo en la frontal del área y su defensor alejado. Al finalizar el partido el entrenador de Juan le da un feedback concreto sobre las veces que ha realizado esa conducta y la mejora, por ejemplo, con respecto al último partido jugado [aunque en este partido el equipo de Juan haya perdido 5-2].

De esta manera el entrenador consigue que lograr la victoria [“la victoria y la derrota son dos impostores”] no sea el único objetivo que guie la motivación de los jóvenes futbolistas, indicando otros factores de progreso a los que estos deben prestar atención, convirtiendo la competición en una parte más del entrenamiento.

UNAS GOTAS DE SABIDURÍA

  1. Cruyff. En relación a los contenidos del entrenamiento.

“Dos caminos divergían en un bosque y yo tomé el menos transitado de los dos”

  • Jugar bien consiste en ejecutar correctamente todos los movimientos: el ritmo del balón, el control, cómo lo pases, la posición, los centros…son factores decisivos que hay que manejar con la técnicasuficiente para que su ejecución sea un éxito. Por desgracia estas cosas se trabajan cada vez menos en los entrenamientos.
  • Si estás entrenando a un chaval le debes explicar cómo debe tocar el balón, con qué parte del pie, en qué posición ponerse para golpearlo, qué precauciones tomar si se le acerca un rival, qué circunstancias ha de tener en cuenta, cómo debe de ser de rápido al ejecutar…Muchos entrenadores de futbol optan por hablar de otras cosas: la táctica, la preparación física, que por muy importantes que sean, nunca lo serán tanto como la técnica, y se van alejando de lo esencial.
  • Los orígenes del fútbol nos dicen que, en la mayoría de ocasiones, el fútbol es técnica y que por eso se debe empezar en las categorías inferiores.

Giusseppe Lasoni. En relación a entrenadores:

“No es lo mismo enseñar, que entrenar”

  • Jugamos contra el mejor equipo juvenil de la competición y me pareció un equipo muy parado, pendientes de no equivocarse y de hacer cosas estudiadas, entiéndeme, muchas jugadas: triángulo y cuernos para los saques de esquina, la dos para las faltas laterales, etc. Es muy difícil transformar eso, porque los entrenadores tienen un bagaje muy limitado donde sacar sus impresiones: los cursos de entrenadores y la televisión. Entonces, todo lo que ven los entrenadores no es enseñanza, es cátedra.
  • En edades jóvenes se juegan muchos sistemas y se copia a los entrenadores consagrados: Simeone, Guardiola, etc. En este Club, por ejemplo, no tenemos ningún sistema de juego. Ni uno, ellos juegan como quieren. Marco algunas normas y van cogiendo una forma de jugar que nos funciona.
  • Falta cultivar la intuición en los jóvenes. Y generalmente yo veo a los entrenadores que gastan mucho tiempo moviendo tácticamente a los futbolistas.

ALGUNAS SUGERENCIAS

“El mejor entrenador es el que enseña la técnica”

Algunas iniciativas que pueden tomar los técnicos para optimizar la calidad de los entrenamientos:

¿Qué contenidos deben tener prioridad?

La prioridad debe ser la creación de recursos técnicos y tácticos elementales que posibilite a los futbolistas enfrentarse adecuadamente a las demandas que vayan a encontrarse en la competición. Así, el objetivo general de los ejercicios debería ser el aprendizaje de:

1º.- La ejecución de los movimientos.

Por ejemplo, realizar ejercicios donde se enseñe a utilizar la técnica correcta para dar un pase o golpear bien el balón.

2º.- La toma de decisiones.

Por ejemplo, ejercicios donde el deportista pueda decidir anticiparse en defensa, decidir pasar a un compañero, regatear o tirar a portería.

El proceso consiste en que una vez que el joven futbolista va dominando la técnica, el entrenador puede ir introduciendo el aprendizaje de la táctica más básica, es decir, ejercicios donde deba tomar decisiones en diferentes situaciones.

Un camino olvidado que convendría retomar.

“Los futbolistas jóvenes de hoy juegan menos fuera del club que en mi época. Cuando yo tenía diez años, cada día jugábamos en la escuela y en la calle mucho más de lo que se juega ahora. Eso para la técnica es muy importante”.

Sencillamente poner las condiciones para jugar al fútbol porque “los niños ya no juegan”, únicamente se dedican a entrenar de forma siempre guiada un número limitado de días a la semana.

Dos ejemplos:

+ Nada más entrar a las instalaciones del Club MasRiver de Madrid, uno se topa de frente con un pequeño campo de fútbol con unas vallas altas y que tiene una pequeña placa con una dedicatoria. Pues bien, en ese pequeño reducto donde se cuelan a jugar juntos jugadores de distintas categorías del club antes o después de cada entrenamiento, se produce la magia de la espontaneidad, donde puedes ver desde pequeños partidos improvisados, a derroches de técnica individual, rondos y solo observas sonrisas, ritmo de juego, concentración. Son niños que nunca quieren irse a casa cuando sus padres les reclaman porque sencillamente en esos instantes son felices y hacen lo que más les gusta: jugar al fútbol.

+ Noticia: recientemente el Arsenal ha fichado un niño buenísimo, que es montenegrino e infantil. Ese niño, para jugar así al fútbol, tiene que haber dedicado muchas horas a jugar, no saliendo a correr al parque, no de hacer pesas, no de defender continuamente o realizar entrenamientos donde únicamente se realice táctica colectiva. Ese niño ha jugado al fútbol como decía Johan Cuyff que había que jugar, en un parking: “si chocas contra un jugador y te caes al suelo de cemento te haces daño. Así que tienes que espabilarte, aprender a moverte con más rapidez y decidir con más celeridad qué haces con la pelota o tus movimientos sin balón. Con este pequeño detalle de un entrenamiento ya estás condicionando dos o tres aspectos muy importantes del juego: posición, control de balón, velocidad, concentración. A la larga, todo esto te servirá y tendrá consecuencias directas sobre tus prestaciones en el campo”.

Y este niño cuando ha jugado un poquito bien, sus padres no le han limitado a jugar nunca y estaba perfectamente preparado para cuando ha recibido la llamada del Arsenal poder dar “el gran salto” directamente a las categorías inferiores de un Club de fútbol profesional.

Evaluación Postpartido.

Después de una competición, ¿qué tipo de información manejan los entrenadores de futbolistas jóvenes para que esta sea realmente efectiva?, con todos los datos estadísticos que existen ahora en torno a cualquier equipo de fútbol-base, la mayoría de las veces se hacen evaluaciones demasiado genéricas basadas en datos de resultados. Lo esencial que deben analizar es si sus futbolistas fallan en los pases, los desmarques o en los tiros a portería para no hacer en el próximo entrenamiento un puñado más de nuevas jugadas de estrategia. Sencillamente ponles a realizar ejercicios de ejecución de pases que tengan una dificultad creciente, a realizar desmarques y a lanzar mil veces a portería. Así, trasformarás la información recogida en el partido en conocimiento útil para los entrenamientos de tu equipo.

LA MOTIVACIÓN DE LOS ENTRENADORES

“Tú para enseñar, debes enseñar cómo tirar a portería, cómo regatear, cómo pasar… y no es fácil. Hay que estar con alguien que le guste eso”

Un aspecto prioritario al que los directores deportivos deberían prestar especial atención es la adecuada motivación de los entrenadores de la Escuela o Club de fútbol que dirijan. Así, ésta debe estar ajustada a los objetivos formativos del fútbol-base, para ello el entrenador:

  • No debe intentar reproducir el fútbol de élite en los entrenamientos.
  • No debe focalizarse de manera prioritaria en los resultados deportivos.
  • Es muy importante que el disfrute con su papel de educador-formador.

“El placer del entrenador de fútbol ha de ser el placer de un artesano, no el de un industrial. Somos artesanos de la enseñanza y la formación del deportista. El entrenador ha de ser feliz con el progreso de su deportista, no con el objetivo final que consiga. Feliz por el proceso, no por la victoria. Eso es lo que debe llenarnos de satisfacción. El primer placer es ver crecer a tus jugadores”.

REFLEXIÓN FINAL

Es en este contexto donde debemos plantearnos seriamente que ésta no debería ser una batalla, sino una guerra donde se deberían involucrar las escuelas y los clubes de fútbol de formación, los directores deportivos, los entrenadores y los padres con el objetivo de lograr otras ambiciones en el fútbol de formación: “nuestra obligación no es solo ayudar a los jóvenes a ser buenos futbolistas, sino también a ser buenas personas,  por eso debemos inculcarles una serie de valores que puedan servirles para la vida. El porcentaje de los que se dedicarán profesionalmente al fútbol no será muy grande”.

El trasfondo que siempre debemos recordar es que el deporte en sí no es bueno, únicamente es el deporte realizado bajo determinadas pautas el que sí logra los beneficios asociados a su práctica. Así que por el bien de nuestros jóvenes futbolistas deberíamos gritar en voz alta: ¡hasta nunca Dr. Evans Prichar doctor en filosofía y todos sus émulos en el ámbito del fútbol de formación!

J. Enrique Rincón
Psicólogo deportivo

Vicenç Raluy, Máster en psicología del Deporte Director de www.psicologiaparaentrenadores.com

LA FORMACIÓN DEPORTIVA EN LOS FUTBOLISTAS JÓVENES

“Me lo contaron y lo olvidé, lo vi y lo entendí, lo hice y lo aprendí”

Introducción

La formación deportiva del futbolista joven la compone un sistema de interdependencia de acciones. Es de suma importancia comprender la función educativa de todos los actores del contexto deportivo: directivos, directores deportivos, entrenadores y los padres para la adecuada preparación del joven en la actividad deportiva. A partir de ahí, los perfiles de cada rol y sus formas de conducción esperadas cumplirían un trabajo integrado y coordinado.

A continuación, se dan algunas sugerencias para la optimización de la toma de decisiones de los protagonistas de la cadena del fútbol formativo.

A).- Directivos del fútbol-base.

“Me gusta que la labor del entrenador de base sea respetada y valorada. Es un formador de personas. Si yo fuera presidente de un club, invertiría mucho más dinero en entrenadores de base”

Los directivos tienen la mayor responsabilidad en la visión global de la escuela o del club, marcando el rumbo de la institución y debiendo procurar los recursos adecuados para la formación integral, física, técnica, táctica y psicológica de los futbolistas jóvenes.

El primer eslabón son los directores técnicos o los coordinadores de fútbol-base que son los que deben establecer la planificación de los programas deportivos para lograr los objetivos formativos. En este sentido, las acciones de RRHH son esenciales para dar una guía que busque la mayor eficacia y efectividad sobre el proyecto deportivo.

Por ejemplo, algunas de sus tareas fundamentales son la elección de los entrenadores y, una vez que formen parte del club, procurar su constante actualización.

(1) ¿Quién es el mejor entrenador de fútbol-base?

“No es lo mismo enseñar que entrenar”

Para la elección de los entrenadores se deben tener en cuenta algunos aspectos esenciales:

  • No deben reproducir el fútbol de élite en los entrenamientos.

Ancelotti, uno de los mejores entrenadores de fútbol del mundo, recordaba cómo le entrenaba Nils Liedholm, “tenía un estilo de entrenamiento diferente cuando lo comparamos con lo que domina hoy, realmente le encantaba estar en el campo, para enseñar a los jugadores más aspectos técnicos que aspectos tácticos. Podía estarse dos horas ensayando un ejercicio técnico”.

  • No debe focalizarse de manera prioritaria en los resultados deportivos.

Debe tener claro que ganar no es  la mejor manera de formar. En ningún caso debe plantearse el falso dilema entre buscar la victoria en un partido o la formación adecuada de los jóvenes futbolistas.

Por ejemplo, el director deportivo del Villareal: “a los entrenadores les damos libertad en función de las necesidades del jugador para mejorar, no del equipo para sacar un determinado resultado”.

  • Es muy importante que disfrute con su papel de educador-formador.

“El placer del entrenador de fútbol ha de ser el placer de un artesano, no el de un industrial. Somos artesanos de la enseñanza y la formación del deportista. El entrenador ha de ser feliz con el progreso de su deportista, no con el objetivo final que consiga. Feliz por el proceso, no por la victoria. Eso es lo que debe llenarnos de satisfacción. El primer placer es ver crecer a tus jugadores”.

  • Es determinante que se preocupe por el entorno del futbolista.

Es decir, tiene que entender al joven deportista en su totalidad no únicamente como futbolista. Por eso, es importante que tenga en cuenta otras actividades que realicen sus jugadores: por ejemplo, estudiar. Que sepan cómo llevan el curso, si progresan adecuadamente -entonces deberán felicitarles-, si necesitan ayuda etc.

(2) Velar por la adecuada motivación de los entrenadores.

“Tú para enseñar, debes enseñar cómo tirar a portería, cómo regatear, cómo pasar… y no es fácil. Hay que estar con alguien que le guste eso”.

Otro aspecto prioritario es la adecuada motivación de los entrenadores, como plantea Sergio Navarro, director de Metodología del fútbol del Villarreal: “el entrenador es el mayor valor de un club y hay que ayudarle a mejorar”.

Así, los clubes, academias o escuelas de fútbol deberían tener un Programa de formación en psicología deportiva para entrenadores con el objetivo de favorecer el progreso de sus habilidades. Aspectos clave, como por ejemplo:

  • La comunicación con los padres de los deportistas.
  • La gestión de los aspectos organizativos.
  • El liderazgo y la dirección de un equipo.
  • Algunas estrategias psicológicas para los entrenamientos.
  • Cómo mejorar la actuación del entrenador en la competición.

Otra acción encaminada a mejorar la motivación, estaría dada por implementar sistemas de evaluación y de recompensas.

B.- Los padres de los deportistas

“La comunicación es la mejor forma de crear relaciones fuertes”

Paradójicamente en demasiadas escuelas o clubes los padres tienen el estatus  del eslabón perdido del fútbol formativo, se les observa y se les juzga más como una pesada carga que hay que sobrellevar como sea que como lo que realmente son: los responsables de los jóvenes futbolistas y una parte fundamental de la actividad. Al ser una pieza determinante más de la iniciación deportiva y para evitar las consecuencias negativas que puedan tener sus comportamientos, es prioritario trabajar juntos estableciendo un diálogo productivo en una doble dirección.

1).- Los padres y las escuelas o clubes de fútbol.

“El que quiera ser líder debe ser puente”

Al tomar decisiones en relación a la carrera deportiva de sus hijos algunos padres reciben ofertas que parecen no poder rechazar “es que en este equipo vamos a ganar siempre”, e intercambian a sus hijos de club únicamente imponiendo como valor supremo del fútbol-base el resultado.

Entonces, para que los padres tengan más probabilidades de acertar en la elección de una escuela o club de fútbol para sus hijos, ¿qué aspectos podrían valorar?, ¿qué debería tener más peso en su balanza?, ¿qué deben sopesar detenidamente?

a.- El proyecto deportivo y la filosofía del club o escuela de fútbol.

¿Se prioriza el resultado o la formación?, ¿existe una preocupación global por el niño, no solo como deportista?, ¿hay un ambiente positivo?, ¿se exige a los niños según su nivel?, ¿los futbolistas aprenden y mejoran de forma progresiva?, ¿los chicos participan y están activos en los entrenamientos?, ¿el entrenador respeta a sus jóvenes futbolistas?, ¿juegan las competiciones todos los niños que cumplen las normas de funcionamiento del equipo?

b.- La Formación deportiva exige tiempo y el resultado no debe ser una prioridad.

En estas categorías de formación lo importante son las “luces largas”, es decir, los objetivos no deben ser inmediatos: “en el trabajo de cantera, el resultado no se ve desde el primer momento”. Es decir, la evolución de cualquier futbolista joven exige completar un proceso de formación donde es imprescindible tener paciencia y continuidad:

“con los jóvenes todo se ve desde una perspectiva mucho más longitudinal, donde piensas en un trabajo a medio y largo plazo, donde no vas a contrarreloj. Todo eso te da más margen para dejar a un lado el resultado e ir más allá”.

c.- La calidad de los entrenadores.

Un entrenador con un liderazgo centrado en la persona -nuestros hijos-, adecuadamente formado y con interés por seguir aprendiendo, que sea un modelo de comportamiento dentro y fuera del campo de fútbol y que deje iniciativa y fomente la creatividad de los futbolistas jóvenes. De esta manera, estará más capacitado para desarrollar esta complicada labor y la experiencia deportiva será más positiva para los niños.

d.- Otros aspectos:

Determinadas aptitudes eficaces qué pueden adquirir sus hijos con la práctica de un deporte que nada tienen que ver con el resultado:

  • El aprendizaje de valores, individuales, como es esfuerzo o colectivos, como el trabajo en equipo.
  • La socialización con sus compañeros de equipo y con otros deportistas.
  • La posibilidad de hacer compatibles los estudios y el deporte aprendiendo a organizar el tiempo.
  • Desarrollar la Fortaleza psicológica.

Es decir, una proporción muy pequeña de los jóvenes deportistas llegará a hacer del fútbol una profesión, pero la mayor parte deberán seguir con su vida normal. En este tránsito, si la práctica deportiva la han realizado en el contexto propicio y guiados por los  entrenadores adecuados podrán llevarse del deporte estas habilidades que les valdrán para su vida cotidiana como adultos.

2).- Los Clubes o Escuelas de fútbol y los Padres.

“Cuando viene mi papá me pongo nervioso porque no sé qué va a pasar”

No se debería excluir sistemáticamente a los padres de una mínima y adecuada información deportiva, siendo este aspecto determinante pues la mayoría carecen de una cultura deportiva adecuada para actuar en los entrenamientos y las competiciones. Así, es bastante frecuente observar a padres presionando a sus hijos, gritándole al árbitro o menospreciando al entrenador.

Uno de los objetivos prioritarios  de un club o escuela de fútbol-base es que los padres entiendan cuál es su rol en el proceso formativo de sus hijos. De esta forma, para poder educar a los padres es fundamental que exista un Programa de formación a padres de futbolistas que incluya determinados aspectos clave como, por ejemplo:

  • La comunicación con las familias en el fútbol-base.

Los clubes deben informar a los padres sobre la filosofía, los objetivos deportivos etc. y luego es conveniente que los padres tengan asignado un día al mes o al trimestre para que puedan comunicarse, bien con el entrenador del equipo o con el Director deportivo.

  • Es determinante ayudar a que los padres asimilen que el objetivo fundamental del deporte de formación no es ganar (algo que le diferencia del fútbol profesional).
  • Los padres y el

Es muy importante que los padres entiendan la difícil labor que desempeña el entrenador. Por este motivo deben ser un apoyo, no entrando en conflicto con las  decisiones que este tome, procurando en todo momento remar en la misma dirección.

  • Establecer algunas pautas de comportamiento para las competiciones, por ejemplo:

Antes del partido los padres deben ayudar a su hijo con las comidas y las horas de descanso evitando que la competición centre toda la atención de la familia.

Durante la competición deberán comportarse como padres respetuosos, sobre todo con el equipo contrario y con el árbitro, dejando la labor de dirección del partido al entrenador.

En el postpartido apoyarán y felicitarán a su hijo independientemente del resultado, no siendo este aspecto el que guie sus emociones y su conducta –sobre todo cuando el resultado sea negativo.

De esta forma, la información y formación adecuada a los padres hace que estos sepan ajustar sus expectativas, emociones y adaptar su comportamiento a lo que de verdad se espera de ellos, beneficiando a sus hijos, que son los verdaderos protagonistas del deporte.

Conclusión

El trasfondo que siempre deben recordar todos los agentes implicados en el fútbol formativo, clubes, padres y entrenadores, es que la práctica deportiva no es en sí misma buena, únicamente es el deporte realizado bajo determinadas pautas el que sí logra los beneficios asociados a su práctica. Únicamente en ese caso, los deportistas saldrán beneficiados.

Likza Ramírez es Psicóloga Deportiva, coordinadora y gestora de desarrollo de la psicología del deporte en sSIPD-Honduras y consultora en Ser Psicología del Deporte.

J. Enrique Rincón, es Psicólogo Deportivo, docente en www.psicologiaparaentrenadores.com

Vicenç Raluy, Máster en psicología del Deporte Director de www.psicologiaparaentrenadores.com

LOS VALORES EN EL FÚTBOL FORMATIVO

 

UNA APROXIMACIÓN DESDE ESTUDIANTES DE LA PLATA

Comunicarse es naturaleza; recibir lo comunicado, tal como nos lo ofrecen, es educación

Tuve la gran suerte de conocer a Christian Dougherty, preparador físico de las categorías de 6 a 13 años de Estudiantes de la Plata, gracias a las redes sociales, aunque ya se sabe que cuando algo es gratis el producto somos nosotros, a veces surge la magia. A Christian le gustó un artículo que publiqué en “El ADN del fútbol” sobre los contenidos del entrenamiento en el fútbol formativo y desde entonces venimos intercambiando inquietudes. En la actualidad está desarrollando un proyecto muy interesante Formando valores en el Club Estudiantes de la Plata (Argentina) que el Congreso Internacional de Psicología y fútbol le invitó a presentar en Santiago de Compostela. Yo no pude asistir a su ponencia pero dentro de su periplo por España tuvimos la gran suerte de poder conocernos y compartir una intensa e interesante charla. Sentados en un café de Malasaña, con jazz de fondo, disfruté el placer de escucharle y sin ánimo de ser exhaustivo, expongo aquí las notas mentales que tomé a vuelapluma de regreso a casa.

 

Filosofía de Club

La sabiduría es mejor que el ingenio, y a la larga tendrá sin duda la risa de su parte

El Club Estudiantes de la Plata es una institución que se dirige fundamentalmente a la formación de futbolistas para su primer equipo que milita en la Primera división argentina. Además, algunos de estos deportistas son seguidos y comprados por grandes clubes europeos, de esta manera se consigue un club saneado económicamente y con una clara vocación. En este proceso tiene especial relevancia el Presidente del Club Juan Sebastián Verón, exjugador profesional en varios equipos europeos como el Chelsea o el Inter de Milán.

Para la dinámica de trabajo interna de los entrenadores del Club, el tener futbolistas que han seguido esta filosofía formativa y conseguido llegar a la élite del fútbol mundial es una fuente poderosísima de Motivación.

Dos modelos:

  • Marcos Rojo es un defensa central que actualmente juega en el Manchester United de la Premier League (Inglaterra) y Joaquín Correa juega de delantero en el Sevilla F.C. de la Primera División de España.
  • Juan Foyth, es un central de 19 años por el que se han interesado la Roma (Italia) y el At. De Madrid (España) para incorporarle a sus plantillas profesionales.

Trabajar con modelos cercanos de éxito es un excelente camino para desarrollar la motivación en edades tempranas.

Otras realidades del fútbol-base argentino

A ti te va muy bien, pero, además, existen otras realidades

Cuando los Medios de formación de masas en Argentina nos desgranan noticias de este tipo:

  • Dos madres, a las trompadas en un partido de fútbol infantil en Córdoba (Cadena 3).
  • Un entrenador de fútbol sala muere en Munro, provincia de Buenos Aires, por los golpes del familiar de un jugador rival (As),

Es que algo no está funcionando.

Se está imponiendo una realidad global en el mundo del fútbol de formación, los padres ejerciendo de ejemplos nefastos de comportamiento para sus hijos en los campos de fútbol durante las competiciones. Unas veces son presiones al entrenador, otras insultos al árbitro o menosprecios a los equipos contrarios que acaban en peleas entre padres. Cuando la situación se descontrola y no existe la posibilidad de parar los abusos aparecen los cadáveres.

Los Clubes deben reflexionar y establecer medidas efectivas para que los padres desempeñen adecuadamente su rol en las competiciones.

Divertirse, ¿una palabra maldita?

“¡No cederé ante los trucos de la toxicidad!

¿Acaso puede existir un pegamento más potente para los futbolistas jóvenes que seguir practicando su deporte favorito que divertirse mientras realizan el entrenamiento, para volver al día siguiente con renovadas energías? Muy al contrario, continuamente podemos observar demasiada comunicación negativa en los entrenamientos y técnicos muy enfadados gritando de forma reiterada ante los errores de los deportistas, con ejercicios muy repetitivos y que fomentan poco la imaginación.

En una época tan determinista como la que vivimos, el objetivo de los técnicos es planificar entrenamientos variados y divertidos, donde haya mucha participación, con una carga psicológica adecuada. Estos ingredientes son una magnífica plataforma para desarrollar una adecuada Motivación por el deporte.

El valor de la competición

Hay mucho que decir sobre mi voluntad

Ganar se ha convertido -¿quizás sin querer?- en la única finalidad palpable de la competición en el fútbol formativo. El resultado late en la mente de todos como el único tic-tac finalista y abstraerse a este dominio exige inteligentes actos de rebeldía: debemos transformar el concepto de ganar, arrebatárselo a los absolutistas.

Algunas ideas para hacer frente a este desafío:

  • Hacer de la competición una continuación del entrenamiento donde se desarrollen los aprendizajes trabajados durante la semana.

Por ejemplo, si hemos entrenado los desmarques, focalizar la competición en realizar ese gesto técnico.

  • Establecer tareas concretas para la competición.

Por ejemplo, hacer desmarques en las situaciones adecuadas y de la forma técnica aprendida.

  • En la evaluación del Postpartido, dar un feedback concreto sobre la realización, o no, de las tareas planteadas.

Por ejemplo, el nº de desmarques realizados correctamente.

Es cierto que el partido tendrá un resultado del que no debemos abstraernos, pero cambiamos el foco atencional de los futbolistas que se centran más “en lo que depende de ellos”, aumentando su Autoconfianza.

Departamento de Neurociencias aplicado al fútbol

Fértiles en recursos

El fútbol es un deporte sofisticado que exige un entrenamiento complejo y la Neuropsicología puede aportar su granito de arena.

Esquema:

La Neurociencia demuestra que el elemento esencial del aprendizaje es la emoción, y que sin emoción no hay atención y mucho menos hay aprendizaje.

¿Por qué es importante que este departamento esté dentro del club? Es algo que nutre a los entrenadores y a la vez se nutre de ellos, crea sinergias internas enriquecedoras, buscando una retroalimentación positiva entre los diferentes profesionales.

Dos perspectivas:

  • Existe una dinámica multidisciplinar para el logro de los objetivos del club.
  • Cada profesional aplica la psicología desde su rol.

El club Estudiantes de la plata al plantear esta innovación se convierte en pionero entre los clubes de Argentina.

Valores para el fútbol y la vida, pero, ¿cómo quitamos la y?

La originalidad es un trabajo sobre la convención. Algo tiene que quedar de ella, porque si no no se ve aquello que se trabaja

Formando valores es una metodología de entrenamiento para el fútbol y la vida con una clara visión: “educar de manera integral a cada persona que transita el fútbol base, preparándola para el partido de la vida”. Es decir, las cuestiones técnicas, tácticas y físicas son una condición necesaria para la formación de los futbolistas jóvenes, pero no es suficiente.

¿Qué valores forman parte de esta Metodología?

La mística, la cooperación, la valentía, el compañerismo, el entusiasmo, etc.

  • En el FÚTBOL.

Los valores son abordados a través del fútbol.

La práctica, un ejemplo en el campo de entrenamiento:

  • Se explica el valor que se va a trabajar en esa sesión.
  • Se realizan Juegos orientados a entrenar el fútbol y el valor elegido.
  • Se realiza una puesta en común al finalizar el entrenamiento.
  • En la VIDA.

¿Qué queda de la práctica deportiva en los deportistas que no han llegado a jugadores profesionales? Todos los jóvenes configurarán parte de la sociedad del futuro por lo que su Formación en Valores será determinante para la vida de cada uno de ellos.

El desarrollo integral del futbolista queda así establecido como un continuum, el deporte y la vida se cruzan y entrecruzan para formar personas.

Síntesis final.

Si no tienes acceso a respuestas cada vez te haces menos preguntas

Christian Dougherti accedió a respuestas muy certeras para fomentar la formación integral del deportista aprovechando el inmenso caudal de desarrollo que ofrecen los valores. En ese camino ha unido sus fuerzas con grandes aliados, sobre todo la audacia del presidente Juan Sebastián Verón, al tiempo que debe derribar potentes muros de contención que desvirtúan el futbol de formación. La piedra que hay que pulir convenientemente es el verbo ganar y sobre ella seguir construyendo una dinámica de crear deportistas exitosos o personas sanas que puedan utilizar en la vida muchos de los aprendizajes desarrollados en el deporte.

Cualquier día un exfutbolista de Estudiantes de la Plata se deberá enfrentar a un fracaso en su vida, un tropiezo, una derrota, en ese instante quizás todos en su entorno se sorprendan como ha sabido manejar la situación. Esa tolerancia a la frustración tiene un eco muy lejano: ese chico practicó deporte…, la Mística de Estudiantes de la plata por otro camino.

J. Enrique Rincón

Psicólogo deportivo y Profesor en www.psicologiaparaentrenadores.com

Vicenç Raluy, Máster en psicología del Deporte Director de www.psicologiaparaentrenadores.com